Los egresados de la universidad experimentan un deterioro en el mercado laboral, con mayores dificultades para incorporarse a un empleo, menores salarios y prestaciones, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Egresados 2022 (ENE) de la Universidad del Valle de México (UVM).
Como resultado de esto, la encuesta elaborada por el Centro de Opinión Pública (COP) muestra que la insatisfacción laboral ha crecido. Al menos el 25% de los jóvenes profesionistas no está satisfecho con su trabajo actual, un crecimiento de 4 puntos respecto al nivel observado un año previo.
“Podemos ver cómo el porcentaje de satisfacción con el empleo actual era menor al que hoy tenemos y esto va muy de la mano con los ingresos y las condiciones. En la medida que estas tienden a ser precarias, el egresado está más insatisfecho con su trabajo”, expuso en conferencia de prensa Adriana Rico Villanueva, coordinadora del COP.
Uno de los hallazgos de la ENE, es que tanto en el sector privado como el público creció la proporción de egresados universitarios que tiene un empleo sin prestaciones de ley como aguinaldo, vacaciones pagadas o seguridad social.
En el sector privado al menos el 29% de los graduados no cuenta con prestaciones, una cifra que incrementó 7 puntos porcentuales en el último año. En las oficinas de gobierno la historia no es distinta, el 28% de los egresados asegura que no cuenta con las condiciones mínimas de Ley, esto implica un crecimiento de 5 puntos respecto a lo reportado en 2021.
“Ante un año tan complicado para ingresar al mercado laboral, con salarios menores, incluso salarios mermados, el porcentaje que indicó que le gustaría cambiar su modalidad de trabajo aumentó. De igual forma, ya sea por incertidumbre laboral, presiones o la misma pandemia, disminuyó el número de egresados satisfechos en su empleo, de 78.6% a 73.8%. En contraparte, la insatisfacción asociada a los salarios aumentó, en particular entre aquellos con salarios menores a los 15 mil pesos”, señala la UVM en su informe.
Las mujeres graduadas son las que tienen más posibilidades de tener un empleo sin prestaciones. Mientras el 26% de los hombres reporta tener un trabajo sin ningún otro beneficio adicional al sueldo, el 32% de las jóvenes profesionistas está en esta condición.
“Vemos una afectación entre aquellos que tienen prestaciones superiores a las de la ley tanto para quienes están en un primer empleo como para quienes tienen más trayectoria. Nuevamente, esto se asocia al golpe de la pandemia en el sector privado, que es el sector que tiende a dar mejores prestaciones a sus empleados, y al verse golpeado en la pandemia, hubo repercusiones importantes en el salario y en las prestaciones”, apuntó Adriana Rico.
Según la ENE, el ingreso promedio de los graduados que cuentan con un empleo subordinado es de 9,697 pesos mensuales, una cantidad 6% más baja del nivel de 2021. Sólo 13% de los encuestados se ubica en una remuneración por arriba de los 15,000 pesos, poco más de la mitad de los jóvenes profesionistas percibe un salario que no supera los 8,000 mensuales.
Los ingresos de los graduados pueden variar por distintos factores, uno de ellos, es que el trabajo actual esté alineado con la carrera universitaria. Sin embargo, al menos cuatro de cada 10 no cuenta con un empleo que se vincule totalmente con su formación académica.
“Los empleados en instituciones o empresas públicas y privadas también vieron afectaciones en los ingresos como en sus prestaciones. Esto puede notarse en los porcentajes de ingreso y en las respuestas de los egresados al subrayar el efecto negativo de la pandemia por Covid-19 en sus empleos, siendo en el sector privado donde se percibe mayor perjuicio ya que no vieron mejoras ni en su sueldo ni en prestaciones o crecimiento profesional”, indica el COP en su reporte.
Más competencia en el mercado laboral
Pero si la realidad de los graduados con un empleo se vio afectada por la pandemia, en la población desempleada también se registraron alteraciones negativas. En promedio el 46% de los egresados considera que la razón principal por la que no cuentan con un trabajo asalariado es porque el mercado laboral está saturado.
“Hay mucha competencia y esto enfatiza la importancia de que las aspirantes a licenciatura tengan información y datos duros sobre cómo está el mercado, cuáles son las habilidades y cuál es la diversidad de carreras que hay, para que un estudiante tenga información y sustento para tomar la decisión al entrar a la universidad”, opinó Rico Villanueva.
Los graduados de carreras vinculadas con ingeniería, manufactura, construcción, ciencias naturales, computación, ciencias sociales, administración y derecho, encabezan la lista donde se percibe mayor saturación en el mercado laboral para conseguir un empleo.
El segundo motivo para no incorporarse a un trabajo subordinado es el proceso de titulación (25%) y aunque la tercera razón, que es una oferta laboral poco atractiva, tiene una proporción baja (7%), para los egresados de carreras relacionadas con los servicios llega a ser 3.2 veces superior al promedio.
Un punto importante, consideró Adriana Rico, es que sólo el 4% de los egresados ubica como limitante una remuneración por debajo de las expectativas para aceptar un empleo. “Pareciera que para el egresado no es un tema, cuando sí debería ser una prioridad bajo que condiciones y salario se van a emplear”.
Fuente: El Economista Capital Humano