Con la llegada del último trimestre del año, empieza a avivarse la discusión en torno al incremento del salario mínimo. Según la Ley Federal del Trabajo (LFT), la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) en noviembre, los representantes patronales y sindicales deben presentar informes y estudios que ayuden a determinar el monto.
El salario mínimo actual equivale a 248.93 pesos diarios, luego de un aumento del 20% en 2024. La presidenta electa Claudia Sheinbaum ha incluido los aumentos a la referencia salarial entre sus compromisos de gobierno, y este escenario plantea la inquietud sobre cuánto será el monto para el 2025.
Desde el 2018, comenzó la política de recuperación salarial, la cual ha permitido ajustes de dos dígitos a la remuneración básica. Estos incrementos han logrado reducir 25% la brecha salarial de género y han tenido un impacto positivo en la reducción de la pobreza laboral, según cifras oficiales.
Dado el compromiso asumido por Claudia Sheinbaum y las presiones del capítulo laboral del T-MEC, en 2025 el salario mínimo seguirá creciendo, firmas de consultoría y especialistas ya empiezan a plantear números.
Expectativas de incremento
Según Adecco, el aumento debe alinearse con la inflación y el costo de vida, sugiriendo que un incremento entre el 10% y el 15% sería lo más apropiado para mantener el poder adquisitivo de los empleados sin afectar negativamente a las pequeñas y medianas empresas (Pymes).
Este rango de aumento, indica la firma, permite continuar con la mejora de la referencia salarial sin perder viabilidad económica de las empresas, en especial de las Mipymes, que es la unidad más grande de la economía mexicana. Según la Secretaría de Economía, dichas unidades generan el 52% de los ingresos y emplean a 27 millones de personas, el 68.4% de trabajadores.
En este sentido, la Conasami señala que los incrementos anteriores no han tenido efectos adversos sobre la inflación, lo que genera confianza en que un nuevo aumento podría ser viable en estos momentos.
Para definir el monto de aumento, la Conasami realiza un análisis de la situación socioeconómica actual, tomando en consideración factores como el costo de vida, la inflación y el crecimiento económico proyectado.
Por otra parte, desde el sector sindical ya comienzan a plantearse las propuestas para el incremento del 2025. La Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) ya anunció que buscará un ajuste del 25% en la remuneración básica.
La CROC sugiere que el aumento debe ser suficiente para mejorar la calidad de vida de los trabajadores, pero también debe considerar la capacidad de las empresas en absorber costos adicionales. También manifiesta que es esencial que los aumentos al salario mínimo no se vean acompañados de un aumento en los precios de bienes y servicios, para que genuinamente beneficien a la fuerza laboral en México.
Factores qué considerar
La propuesta de Claudia Sheinbaum para el salario mínimo en México, incluye:
- Aumento sostenido, con ajustes anuales de alrededor del 11% durante el sexenio.
- Para 2026, la meta es que el salario mínimo alcance un monto equivalente a por lo menos dos veces la Línea de Pobreza por Ingresos Urbanos (LIPIU), en términos actuales eso es alrededor de 9,000 al mes.
- Para 2030, el objetivo es que el salario mínimo equivalga a 2.5 veces la LIPIU, lo que implicaría una cifra de poco más de 11,300 pesos mensuales.
Para fijar un salario mínimo el próximo año, se deben considerar múltiples factores en el entorno económico. La inflación, por ejemplo, es un aspecto crucial para evaluar. Un aumento del salario mínimo que no esté alineado con el crecimiento de los precios podría llevar a una pérdida de poder adquisitivo.
La política de recuperación salarial del gobierno ha sido reconocida por su impacto positivo, y se espera que los estudios presentados por Conasami y otras instituciones reflejen un análisis cuidadoso de la situación actual.
En el contexto internacional juagan un papel importante, ya que, en el marco del T-MEC, México asumió el compromiso de mejorar los salarios, lo que también influye en continuar fortaleciendo el salario mínimo.
Con el cierre del año prácticamente a la vuelta de la esquina y la inminente revisión del salario mínimo para el 2025, las proyecciones reflejan un consenso en la necesidad de un incremento que favorezca a los trabajadores, pero que también considere la viabilidad económica de las empresas.
Las decisiones tomadas en este contexto influirán en el poder adquisitivo de millones de personas y el rumbo económico del país para los próximos años. Por ello, el dialogo entre todos los actores involucrados será crucial para alcanzar un acuerdo que beneficie a toda la población mexicana. Por Ley, el nuevo monto del salario mínimo debe definirse a más tardar en diciembre.
Fuente: El Economista