Esa sensación de pesadez cada que inicia el día laboral, que tu jefe no tenga una interacción constante contigo o simplemente ya no te integre a proyectos importantes, son síntomas de desconexión laboral. Para nadie son sensaciones agradables, no obstante, pensar en la renuncia implica un tema económico, pero también de salud mental, la otra opción es esperar el despido, lo cual también traerá un desgaste a nivel emocional, ¿qué te conviene?
Jessica Cambray, coach de Empleabilidad y Marca Personal, explica que una vez que un colaborador no está contento en su trabajo puede parecer tentador tomar la decisión de renunciar de inmediato, lo cual no siempre es la mejor opción.
La especialista expone que un reflejo de esto es el informe El estado del lugar de trabajo 2023 de Gallup, donde 77% de los empleados a nivel mundial no está comprometido con su trabajo, este resultado sólo sugiere que hay una insatisfacción laboral.
Pero cuando comienzan los pensamientos de renuncia no sólo están involucrados temas económicos, sino también de salud mental y física.
“La Universidad de Manchester publicó un estudio donde encontró que empleados insatisfechos tienen 30% más riesgo de sufrir problemas de salud mental como ansiedad y depresión, o en su salud física, así como ser propensos a ataques cardíacos o taquicardias, por mencionar algunos ejemplos”, comenta.
Jorge Gutiérrez Siles, consultor senior de la firma Kaysa, explica que las primeras manifestaciones de esta insatisfacción laboral son el estrés laboral combinado con uno personal, y que a largo plazo se convertirá en crónico.
“El estrés laboral no afecta en lo inmediato, sino la afectación va a ser gradual y progresiva, de tal manera que las estadísticas señalan que las personas se enferman entre los 15 y 49, mayormente de trastornos psicosociales, y después de los 50 años se manifiestan en las enfermedades crónico-degenerativas como diabetes, hipertensión, cáncer”, advierte.
La afectación personal permeará a la organización que tendrá a un trabajador que no está al cien por ciento; es decir, con bajo rendimiento laboral. También se harán más frecuentes los conflictos interpersonales, lo que deriva en violencia laboral y que se traduce en emociones como los celos y la envidia, estas están asociadas a estar en un lugar que no cumple con mis expectativas, dice Gutiérrez Siles.
Entonces la insatisfacción laboral tarde o temprano pasará factura en forma de trastornos digestivos, colitis, gastritis, y que de no atenderse derivará en problemas cardiovasculares u otras enfermedades, explica.
Búsquedas activas de trabajo
Existe una frase que refiere “no soltar una cuerda, hasta tener la otra en la mano”, y en cuestiones de trabajo pasa con lo mismo con las personas, quienes buscan activamente empleo pese a tener uno debido a la insatisfacción laboral, entre otros factores.
Jessica Cambray considera que estas búsquedas les permiten alinear sus valores y metas profesionales con las de una nueva oportunidad de trabajo, de hecho, en LinkedIn al menos 89% de los profesionales que se encuentra en la red está dispuesto a cambiar de trabajo, incluso aunque estén satisfechos con su posición actual porque lo ven como una posibilidad de ascenso, menciona.
Por otra parte, la posibilidad de esperar a que te despidan y tener una liquidación tiene una evidente ventaja económica. La consultora The Balanced Careers refiere en un estudio que la liquidación es ese colchón financiero que permite a los trabajadores la búsqueda de trabajo sin tanta presión, dice la especialista.
“Sin embargo, quedarse en un trabajo que no satisface nuestras necesidades tanto económicas como psicológicas y de realización personal te va a llevar a sentirte estancado profesionalmente. Es sumamente relevante que si permanecemos en un trabajo insatisfactorio durante un tiempo considerable, tengamos en cuenta que nuestra salud física y salud mental se va a ver perjudicada en un periodo mediano a largo”, considera.
Renuncia o despido ¿Cuál es la mejor opción?
Jessica Cambray asegura que no hay una respuesta única sobre las dos alternativas que se tienen, depende de cada situación personal, sus circunstancias financieras, salud mental y metas profesionales.
“Si tú sabes que eres una persona extremadamente ansiosa, que a las dos semanas ya vas a estar que te jalas el cabello, en esos casos sería contraproducente renunciar. Por el contrario, si eres organizado, tienes un colchón financiero de unos seis meses para estar buscando un empleo, entonces pues no vale la pena arriesgar tu salud mental por quedarte en un lugar que no te hace feliz”, dice la coach de Empleabilidad y Marca Personal.
Aunque no existe una receta mágica, sí hay algunas recomendaciones para planear la salida de una empresa sin afectar tu salud mental y tus finanzas. Estos son algunos consejos:
» Planea
Dependiendo la posición que busques, encontrar un trabajo toma entre tres y seis meses, tienes que considerar que deberás tener al menos esa cantidad en tu fondo de emergencia o de colchón para solventar tus gastos.
Esto te servirá para tomar la decisión de renunciar para mejorar tu salud mental y evitar estrés por encontrar una nueva posición, y que por esta premura la decisión no sea la correcta, y en el corto plazo estés en un empresa igual o peor, o en la misma situación de insatisfacción, afirma Jessica Cambray.
» Diversifica
Trabaja en una estrategia efectiva de búsqueda activa de trabajo. No sólo lo hagas a través de las bolsas de trabajo, hoy existen otras alternativas; por ejemplo, LinkedIn o networking que son buenas opciones para encontrar mejores oportunidades laborales, dice.
Por el contrario, sino existe la posibilidad de renunciar, hay algunas cosas que el colaborador puede hacer para tener salud mental:
- Desarrollar inteligencia emocional
- Autoconocerse
- Autorregularse
- Tratar de tomar decisiones asertivas
- Impulsar las habilidades en comunicación
- Manejar el estrés
- Establecer metas
- Tener redes de apoyo
Un factor muy importante a considerar es que el trabajador establezca un proyecto de vida, donde tenga metas a corto, mediano y largo plazo; donde considere su sentido de vida, su filosofía de vida, su visión y sus valores, recomienda Jorge Gutiérrez Siles.
Fuente: El Economista