Mayor productividad y bienestar, resultados del piloto para reducir la jornada laboral

El experimento masivo de la semana laboral de cuatro días concluyó en el Reino Unido después de seis meses en fase piloto y lo hizo con resultados interesantes: las empresas reportaron un aumento de 35% en las ganancias y una productividad promedio de 7.5 en una escala de 10.

Además de mejorar indicadores de productividad, la prueba piloto promovida por la organización 4 Day Week Global entre más de 60 empresas que operan en Inglaterra también generó una reducción en los niveles de rotación de personal y la mitad de los trabajadores que participaron en el ensayo consideró que sus habilidades mejoraron.

“Los resultados son en gran medida estables en lugares de trabajo de diferentes tamaños, lo que demuestra que ésta es una innovación que funciona para muchos tipos de organizaciones”, señaló Juliet Schor, investigadora principal del Boston College.

El proyecto contempló una semana laboral de cuatro días sin reducir el sueldo de los trabajadores que participaron. Se trató de la prueba piloto coordinada más grande del mundo hasta ahora. Después de los resultados, el 91% de las compañías declaró que continuará con esta modalidad y sólo 4% mencionó que daría marcha atrás.

Este mes, el Senado de Australia le recomendó al gobierno de ese país implementar una prueba piloto de una la semana laboral de cuatro días con el modelo 100-80-100 (el mismo que se aplicó en Reino Unido), es decir, los colaboradores conservan el 100% de su salario mientras reducen al 80% su jornada de trabajo y mantienen 100% su productividad.

La recomendación es producto de una investigación realizada por el Comité de Cuidado y Trabajo del Senado australiano, en la cual se concluye que este modelo tiene beneficios para empresas, trabajadores y la sociedad, pero también puede contribuir a una mejor distribución de la carga de cuidados.

La semana laboral de cuatro días se abre camino en algunas economías de Europa y Oceanía. De hecho, Bélgica a principios del 2022 aprobó una regulación para este esquema de trabajo. Pero a nivel global, la reducción de la jornada de trabajo es un debate vivo, y Latinoamérica no es la excepción. En todos los proyectos los argumentos coinciden: disminuir las horas de trabajo puede equivaler a mayor productividad, rentabilidad, menores niveles de estrés y mejor balance entre vida y trabajo.

Este año, Colombia iniciará con su disminución gradual del límite legal de horas laborales, a partir de julio se reducirá de 48 a 47 horas el máximo y la transición concluirá en 2026 cuando la jornada semanal haya disminuido hasta las 42 horas.

“Las 40 o 48 horas por semana no tienen mucho sentido y quizá trabajar menos horas le dará acceso a trabajo a más personas, y creo que podemos solventarlo, el capitalismo puede aguantarlo un poco”, consideró Eliana Bracciaforte, cofundadora y directora de Operaciones de Workana durante un webinar del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

A decir de la especialista, las jornadas laborales extensas ya no son sostenibles después de una pandemia que evidenció la importancia de contar con un mejor balance entre la vida personal y el trabajo.

Chile es otro ejemplo emblemático de la región, en este país se discute actualmente en el Poder Legislativo la propuesta impulsada por el gobierno para reducir su jornada laboral de 45 a 40 horas por semana.

Al interior de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), de los cinco países con más horas de trabajo al año, cuatro son economías ubicadas en Latinoamérica (México, Costa Rica, Colombia y Chile).

A través de su recomendación 116, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sugiere que una reducción de la jornada laboral debe realizarse de manera progresiva y “sin disminución alguna del salario que los trabajadores estén percibiendo en el momento en que se reduzca la duración del trabajo”.

México se encamina a reducir la jornada

Precisamente México es el miembro de la OCDE donde las personas trabajan más horas al año, en promedio los mexicanos laboran 2,128 horas anuales, 55 horas más que el promedio de Costa Rica (el segundo lugar) y 412 horas por arriba de la media de las economías que integran el organismo.

En nuestro país la discusión para reducir la jornada laboral puede presentarse este año. En el Congreso de la Unión se ha acumulado una docena de proyectos que plantean establecer un nuevo límite legal de entre 36 y 42 horas. En algunas propuestas también se ha incluido una prima sabatina y el reconocimiento de dos días de descanso por cada cinco de trabajo.

La Ley Federal del Trabajo (LFT) contempla una jornada semanal de 48 horas como máximo. Sin embargo, datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) muestran que cerca de 10.7 millones de empleados trabajan más de 48 horas semanales, de este universo, el 50% tiene una jornada que excede las 56 horas por semana.

Patricia Mercado, secretaria de la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado, dijo en entrevista previa que la reducción de las horas de trabajo es uno de los asuntos que podrían tomar más fuerza en el debate legislativo en el actual periodo ordinario de sesiones.

La regulación de la jornada de 8 horas diarias viene de la Revolución Industrial, el convenio 1 de la OIT es de 1919 y en este instrumento se definió como límite las semanas laborales de 48 horas luego de una serie de movimientos obreros que exigían la instauración de este límite legal.

Después de 100 años, el mundo vuelve a plantearse las horas de trabajo y nuevas fórmulas para disminuirlas en una búsqueda de mayor bienestar, pero sin afectaciones en la productividad y con más tiempo para la vida personal.

Fuente: El Economista Capital Humano