Hay ocupaciones que, además de generar trabajo en sus propias filas, son cruciales para asegurarle personal a otras industrias. Asimismo, propician “un crecimiento económico inclusivo” y mejoran la posición socioeconómica de las personas. Son los llamados empleos sociales: educación, atención médica y cuidados.
Sin embargo, a pesar de lo fundamentales que resultan para cualquier país, los Estados no están atendiendo las necesidades de esos sectores, por lo que hay un gran déficit de personal, advierte el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).
Tan solo en 10 de las grandes economías del mundo se necesitarán 64 millones de trabajos sociales en 2030. Eso representa un aumento del 37%, indica el WEF en el reporte Empleos del mañana: empleos sociales y verdes para construir economías inclusivas y sostenibles.
Estos trabajos, señala en el documento, forman los componentes básicos para “crear capital humano, participar en la sociedad y generar progreso económico. Estos, a su vez, generan movilidad socioeconómica, lo que permite a las personas mejorar sus resultados económicos a lo largo de su vida y entre generaciones”.
Dentro de este tipo de empleos el WEF considera a:
- Personal dedicado a los cuidados en los servicios de salud
- Cuidadores infantiles, asistentes educativos y docentes de primera infancia
- Enfermeras y parteras
- Profesionales de la salud y asociados
- Técnicos en el área médica y farmacéutica
- Especialistas en trabajo social y consejeros
- Profesionales de la educación
- Personal docente universitario
- Administradores de servicios profesionales
Los empleos sociales representan el 11% de la plantilla total en Australia, Brasil, China, Alemania, India, Japón, Sudáfrica, España, Reino Unido y Estados Unidos, las naciones que tomó como referencia el estudio del WEF.
El sector de la salud en esos países “requiere 33 millones de puestos de trabajo adicionales. Sin embargo, la educación (21 millones) y el cuidado (10 millones) también tienen una importante necesidad insatisfecha”.
En México, el déficit es de 154,000 especialistas y 34,000 médicas y médicos generales, de acuerdo con la Secretaría de Salud (SSa). A nivel global, actualmente se necesitan 69 millones de docentes para alcanzar la educación básica universal en 2030, según la Unesco.
Y en el sector de cuidados, tan solo en América Latina y el Caribe se necesitarán 12.9 millones de trabajadores y trabajadoras para el 2035 y más de 22.2 millones en 2050, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
“La mayoría de estos recursos humanos serán cuidadores profesionales con el perfil de ayudante de enfermería, seguidos por cuidadores con un menor nivel de formación”, pronostica el organismo regional.
Más necesidades de cuidado
En el punto álgido de la pandemia de covid-19, el trabajo de docentes, del personal de salud y de cuidadores y cuidadoras “recibió una atención merecida”, señalan las coordinadoras del reporte del WEF, Saadia Zahidi, directora gerente del organismo, y Christie Smith, Líder Global, Talento y Organización, Accenture.
No obstante, pasado lo más complicado de la pandemia, es necesario recuperar esa atención. Los trabajos sociales mejoran “la resiliencia de la sociedad y su importancia aumentará con un crecimiento y envejecimiento global de la población”, advierte el documento.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha señalado que, debido a los cambios económicos, sociales, demográficos y culturales “cada vez hay mayor necesidad de cuidados”. Pero, contrariamente, por esa misma alteración de las formas de vida, hay “menor disponibilidad de tiempo para cuidar de manera no remunerada”.
Las mediciones que realizaron especialistas del WEF para este grupo de países muestra brechas de personal diferentes. Por ejemplo, en Australia requieren 131% más trabajadores y trabajadoras del cuidado personal en los servicios de salud. Pero en Brasil necesitan 346% más.
Sudáfrica tiene la mayor escasez de trabajadores y trabajadoras de cuidado infantil y ayudantes de docentes de primera infancia. Para satisfacer su demanda, en el año 2030 necesitará 1,131% más personal especializado de lo que actualmente tiene.
Empleos poco valorados y mal pagados
A pesar de que claramente la inversión en esos tres sectores mejora los resultados sociales, económicos y del mercado laboral, “los sistemas de atención han soportado un abandono prolongado”.
Otro factor negativo es que algunos de los puestos que se generan en estos empleos son infravalorados y mal pagados. “En muchos casos carecen de certificaciones profesionales y en algunos casos carecen de formalización, lo que reduce las oportunidades para los trabajadores en estos roles y reduce su atractivo a pesar de su valor para la sociedad”.
La inversión en la capacitación continua por parte de las empresas y personas empleadoras es también urgente. El artículo 2 de la Ley Federal del Trabajo (LFT) indica que esta condición laboral es una de las integran el trabajo digno.
Y el artículo 153-A establece que “los patrones tienen la obligación de proporcionar a todos los trabajadores, y éstos a recibir, la capacitación o el adiestramiento en su trabajo que le permita elevar su nivel de vida, su competencia laboral y su productividad”.
Fuente: El Economista