Cuando a finales del año pasado la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dio a conocer su expectativa sobre cuánto crecería la economía del país en 2023 “nadie le creyó, incluyéndome”, reconoció Valeria Moy, directora general del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
A casi un trimestre de que termine el 2023, hay de aceptar que “éste va a ser un súper año en términos de crecimiento económico para el país y hay que aprovecharlo”, dijo ayer la economista al participar en el 58 Congreso Internacional de la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (Amedirh).
Una de las mejores formas de aprovechar este dinamismo es creando más empleos formales, apuntó en su ponencia “Una visión de la economía mexicana”. Y su visión es la de un país que no ha logrado recuperarse de la crisis provocada por la pandemia de covid-19.
Para la directora del Imco, las decisiones que tomó el gobierno federal en ese periodo y las reformas laborales que encarecen la creación de empleo son algunas de las razones de este freno.
Por ejemplo, la reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) para ampliar las vacaciones le subió el costo a la formalidad, aseguró. Al aumentar el periodo anual de descanso de la fuerza laboral “le damos incentivos a la informalidad”, dijo.
El año pasado, el Congreso aprobó aumentar el periodo mínimo de vacaciones en el sector privado de seis a 12 días. México era de los países con menos días de descanso por esta vía y aun con el cambio legal, la nación se mantiene por debajo de los 18 días pagados recomendados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Además, entre los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México es donde las personas más trabajan, con un promedio de 2,137 horas al año; la media de la agrupación es de 1,726 horas anuales.
Déficit de 2.4 millones de empleos
Después de la pandemia, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha reportado la creación de 1.2 millones de empleos formales. Pero dicha cifra es lo mínimo que se esperaba, dijo Valeria Moy.
La exdirectora de México ¿Cómo Vamos? hizo para su audiencia un repaso de las condiciones económicas y de empleo que ha tenido el país en los últimos años. Indicó que antes de que el virus de la covid-19 se desatara en todo el mundo, México ya había tenido en 2019 una contracción de -0.3 por ciento.
“Es poquito, sí. Pero no tenemos a quién echarle la culpa, no podemos voltear a ver a Estados Unidos, a nadie más que a lo que hicimos en casa. El 2019 fue un año de malas decisiones económicas y se notó”.
Explicó que todos los años entran a la población económicamente activa (PEA) 1.2 millones de personas. Por lo tanto, ésa es la cantidad de empleos formales que se tendrían que crear en el país para satisfacer la demanda, pero en 2019, por ejemplo, sólo se generaron 342,000 puestos de trabajo.
Por lo tanto, las personas que no logran entrar al mercado formal se emplean en el sector informal. Eso seguirá pasando y las tasas de trabajo informal seguirán en aumento, sostuvo, porque “todas las medidas laborales que vamos tomando están encaminadas al sector formal y lo vamos encareciendo de alguna manera. Dar empleo formal, con el paso del tiempo, se va volviendo más caro”.
Al llegar la gran crisis mundial de los últimos años, en 2020, la economía mexicana cayó 8.8%, recordó, y se perdieron 647,000 plazas formales, recapituló.
En 2021, con la pandemia un poco más controlada, la economía mexicana tuvo un crecimiento de 6 por ciento. Pero esta cifra es respecto a lo que había descendido un año antes, así que para Valeria Moy, quienes presumen una mejora sin informar el contexto “son unos cínicos”.
También es cínico, dijo, hablar de que hubo un logro en la creación de 846,000 empleos en 2021. “Si en un año se destruyen 650,000 (puestos de trabajo) el año que entra se vuelven a construir. Es como que te caes y te paras, no hay muchas opciones. Y eso fue lo que pasó”.
Por lo tanto, entre 2020 y 2021 se crearon únicamente 200,000 empleos. “Dos años donde la dinámica de la población indica que se tendrían que haber creado 2 millones 400,000” trabajos, expuso.
Recuperación dispar a nivel estatal
En una comparación de cómo Enrique Peña Nieto dejó la economía al terminar su sexenio y la condiciones en las que se encuentra el país en la actualidad, vemos que el crecimiento económico “es de sólo 2%”, apuntó Valeria Moy.
“Eso es bajísimo para una economía como la de México. Y sí, hubo pandemia”, pero la recuperación ha sido más lenta que la de otros países y eso se debe a las malas decisiones que el gobierno federal tomó en esos años, insistió.
Además, el restablecimiento ha sido dispar entre los sectores económicos y entre las entidades federativas. Por ejemplo, la industria de la salud ha crecido mucho debido a “la destrucción del sistema de salud público”, lo que han aprovechado las empresas y se están abriendo cada vez más hospitales privados.
Por el lado de las entidades federativas, 24 estados se han recuperado de la crisis pandémica, según los análisis del Imco. Y en este punto aclaró: no es que a esos estados les esté yendo bien o que su economía y creación de empleo estén en condiciones óptimas. Simplemente las cifras volvieron al nivel prepandémico.
Los ocho estados de la República que se mantienen por debajo de lo reportado antes del impacto de la pandemia son:
- Estado de México
- Ciudad de México
- Tamaulipas
- Aguascalientes
- Puebla
- Colima
- Veracruz
- Campeche
El caso de la Ciudad de México es preocupante, detalló, porque aunque su nivel de recuperación es de 99%, se trata de una entidad económicamente importante que le aporta el 15% al Producto Interno Bruto (PIB) y que, en términos prácticos, no ha generado ni un peso adicional.
La capital del país también es una de las entidades –junto con Sinaloa y Veracruz— con menor restitución de empleos formales. En cambio, Tabasco, Baja California Sur y Baja California son los tres estados con mejor comportamiento en este rubro.
Y si se observa la situación desde la perspectiva de cuánto ha disminuido el empleo informal, el norte del país se mantiene en mejor posición; Coahuila, Chihuahua y Nuevo León, particularmente.
Oaxaca, Guerrero y Chiapas son las entidades con mayor porcentaje de personas empleadas en el sector informal, dijo. En el primero caso, ocho de cada 10 personas están en esa situación, por lo que no cuentan con seguridad social, ahorro para el retiro y varias prestaciones.
“La informalidad está correlacionada con bajos ingresos”, agregó Valeria Moy. Y eso lo comprueban dichas entidades, pues son las que tienen mayores niveles de pobreza en México.
Fuente: El Economista