“Los elevados niveles de inflación en México y en el mundo han sido en gran medida consecuencia de importantes choques globales derivados de la pandemia de Covid-19 y la guerra en Ucrania. A medida que el efecto de estos choques externos comience a ceder, las circunstancias internas del país, tales como la dinámica salarial, podrían cobrar mayor relevancia para entender la trayectoria de la inflación”, destacó el Banco de México.
De acuerdo con los recuadros que forman parte del último informe trimestral presentado por la institución, aunque 78.7% de las empresas reporta que los costos laborales han presionado sus costos de operación, sólo 17.4% de lo califica como el factor principal. Los aspectos de mayor incidencia han sido el precio de los energéticos y de otros insumos, de hecho, este último elemento es el que más se intensificó en el cierre de 2022.
Sin embargo, en el corto plazo sí se proyecta una mayor presión para las empresas a raíz de los costos laborales. El 52.1% de las compañías consultadas estima que en el primer trimestre de este año este elemento presionará “un poco más” sus finanzas; 19.9%, en tanto, considera que este efecto será “mucho mayor”, la proporción más grande entre las diferentes preocupaciones.
“Esto no necesariamente significa que las empresas anticipan que hacia delante las presiones en sus costos de operación provengan principalmente de los costos laborales, sino que refleja una expectativa de mayores aumentos en las presiones asociadas con estos últimos en comparación con los cambios esperados en las presiones provenientes de otros factores. Es decir, en el margen, la importancia relativa de la fijación de los salarios respecto de otros factores en los costos de operación podría estar incrementando”, advierte Banxico.
Respecto de las revisiones salariales, las compañías consultadas a través de la Encuesta Mensual de Actividad Económica Regional (EMAER) realizada por el banco central reconocen que si bien el aumento en el salario mínimo no ha sido un elemento principal de presión para sus costos, sí lo ha sido para la determinación de los incrementos en otros sueldos, al menos así lo considera el 75.3% de las empresas.
Inflación, sólo un referente para los salarios
Otro elemento que ha influido en las revisiones salariales del último año ha sido la inflación anual, así lo evalúa el 89% de las compañías. Sin embargo, aunque es un factor relevante, sólo 18% de las empresas reportó que los ajustes a su tabulador de sueldos están indexados explícitamente a este indicador. De esta manera, en la mayoría de los casos es utilizado sólo como referencia, pero no se refleja en la magnitud de los aumentos.
Éstos son los siete factores que más han influido en la determinación de las revisiones salariales y la calificación otorgada por las empresas en un rango de 1 a 7:
- Incremento por ley para trabajadores que ganan un salario mínimo (5.3)
- Inflación observada durante 12 meses previos a la revisión (4.8)
- Inflación esperada para 12 meses posteriores a la revisión (9)
- Salario mínimo como referencia para otros trabajadores (3.8)
- Condiciones económicas favorables en la empresa (3.7)
- Dificultades para retener o contratar trabajadores (3.4)
- Condiciones económicas adversas en la empresa (1.5)
“En efecto, las respuestas revelan que la inflación, los incrementos al salario mínimo, la dificultad para contratar y retener trabajadores y las condiciones económicas favorables de las empresas influyeron en la determinación de la magnitud de las revisiones salariales realizadas, ya que al menos 70% de las empresas otorgó una calificación mayor a 1 a cada uno de estos factores”, se agrega en el reporte.
Sin embargo, en un contexto donde se proyecta una disminución de los precios de los insumos, el Banco de México considera que los costos laborales sí pueden convertirse en un foco de mayor presión en el corto plazo, por lo que recomienda vigilar la evolución de los indicadores salariales, además de implementar políticas que aumenten la productividad laboral para compensar el mayor gasto que esto implica para las empresas.
“En un contexto en el que el empleo ha continuado recuperándose, facilitar la movilidad de los trabajadores entre regiones e industrias podría contribuir a que el ajuste luego del choque de la pandemia se dé de manera más expedita. En particular, permitiría la reasignación del trabajo hacia los sectores más dinámicos, favoreciendo una recuperación robusta y duradera. Asimismo, podría facilitar la reincorporación de la población en edad de trabajar al mercado laboral.
“Por su parte, promover la adopción tecnológica y la mayor acumulación de capital humano contribuiría a que los incrementos salariales en el país sean acompañados por aumentos en la productividad de trabajadores y empresas, para que puedan ser absorbidos por los negocios y se mitigue el riesgo de que el crecimiento salarial se convierta en una fuente de presiones inflacionarias”, puntualiza el banco central.
Fuente: El Economista Factor Capital Humano