Los empresarios del país ven en el comienzo de la administración de Claudia Sheinbaumuna nueva oportunidad para redefinir el rumbo de México hacia un crecimiento incluyente en el que se recupere la seguridad, y en donde el diálogo entre sector público y privado sea el hilo conductor de la colaboración para enfrentar los desafíos, señaló el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Este inicio de sexenio permite aprovechar la aún vigente oportunidad del nearshoring y la inversión, “como momento único en la vida económica de México para fortalecer nuestro crecimiento y desarrollo”, detalló Francisco Cervantes, presidente de la máxima cúpula.
Al estímulo a la inversión, el CCE suma otras seis prioridades en el diálogo que mantendrá con la presidenta Sheinbaum y su equipo, siendo de urgencia restaurar la seguridad a nivel nacional.
Además, el organismo enlistó el interés por conocer los planes en materia energética y de abasto de agua; las políticas de simplificación y mejora regulatoria para multiplicar la apertura de negocios; la ruta para la revisión del T-MEC rumbo a 2026; financiamiento para detonar nueva infraestructura, y consolidar el fortalecimiento de las Pymes.
Por su parte, José Medina Mora, presidente de la Coparmex, señaló que el próximo gobierno “también tiene una oportunidad única para redefinir el rumbo y construir un México más inclusivo, próspero y seguro. Desde Coparmex proponemos el Modelo de Desarrollo Inclusivo como una vía para alcanzar un crecimiento económico que beneficie a todos los mexicanos, sin dejar a nadie atrás”, y coincidió en que “la seguridad sigue siendo el mayor reto del país”.
Para los comercios en pequeño “urge revertir el saldo negativo que dejó la administración de López Obrador, como el aumento del 20 por ciento que mostró el comercio informal y el alza de hasta 100 por ciento en insumos”, dijo Gerardo López, presidente de ConComercio, y agregó que “es necesario fortalecer las cadenas de valor y facilitar el pago de impuestos”.
Retos y oportunidades
Alejandra Macías, directora ejecutiva del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), señaló que el reto que viene para el gobierno de Sheinbauma muy corto plazo es el Paquete Económico 2025 y la consolidación fiscal, “esa es una de las cuestiones más esperadas y complicadas, es una situación con muy poco espacio fiscal”, dijo.
Indicó que el hecho de elevar a derecho constitucional Jóvenes Construyendo el Futuro quiere decir que todos los años se va a dedicar presupuesto, mientras que esa población seguirá creciendo por el cambio demográfico.
“No se están fortaleciendo los ingresos al nivel del gasto y eso hace menos posible recortar el déficit, es uno de los aspectos más apremiantes”, señaló la experta.
Por su parte, Víctor Gómez Ayala, director de analítica de datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), indicó que el primer gran reto será preservar la política de transferencias sociales de una manera que se conserve la estabilidad fiscal.
“La presidenta Sheinbaum ha sido enfática en mencionar que las becas y programas van a continuar, sin embargo, el gasto asociado para preservar estos programas va a ser creciente y eso va a implicar que se van a requerir fortalecer los ingresos del gobierno federal”, señaló.
César Rivera, investigador del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), señaló que financieramente, el reto más importante para el primer año de gobierno de Sheinbaum será reducir el déficit fiscal de 6 a 3 por ciento, ya que implica una reducción del gasto en varios sectores.
Energía, el pendiente
Para Ana Lilia Moreno, coordinadora del programa de regulación y competencia de México Evalúa, el foco de la atención de su gobierno debe ser Pemex, sobre todo ante las inminentes reformas constitucionales que serán discutidas en materia energética.
“Me preocupa que se modifique el régimen especial de empresas productivas, ya que, por mandato, se les permitirá perder dinero argumentando responsabilidad social, como si tuviéramos el dinero público suficiente para siempre estarlas rescatando, esa decisión le resta competitividad al sector energético y le resta oportunidad al erario para prestar servicios de mejor calidad para los mexicanos”, dijo.
Otro reto que vislumbra la especialista es la falta de inversión en infraestructura para distribuir y transmitir energía eléctrica, ya que las inversiones que deseen llegar al país no saben si podrán contar con suministro.
Fuente: El Financiero