El Infonavit descarta elevar sus tasas de interés por lo menos hasta 2024

En un entorno de alta inflación con aumentos en la tasa de interés de Banco de México (Banxico), el Infonavit espera no aumentar los costos de sus financiamientos que cobra a sus acreditados de aquí a que termine el sexenio, 2024, adelantó su director general, Carlos Martínez.

El instituto seguirá cobrando tasas de interés progresivas, dependiendo del ingreso de los trabajadores, de entre el 1.9% y del 10.45%.

Luego de participar en el foro El bienestar antes del negocio del inter.mx Expansión Summit 2022, el director del Instituto Nacional del Fondo de la Vivienda para los Trabajadores habló con Expansión.

Infonavit en 2022

¿Este año que puede presumir el Infonavit?

Este año se puso en marcha el crédito para terrenos, una demanda de los trabajadores de muchos años, lo que les permite adquirir un terreno y empezar a construir un patrimonio como ellos quieran, donde ellos quieran y a su gusto. Es un tema de pensar la vivienda como algo progresivo.

El otro tema es que abrimos, de manera universal para quienes ya tenían un crédito, la posibilidad de convertirlo a pesos, uno de los programas más ambiciosos que hemos puesto en marcha, porque significa que 2.4 millones de personas pueden transformar su crédito, su realidad financiera.

¿Qué pasará con las tasas de interés?

En promedio, el Infonavit presta a una tasa del 8%, que es más o menos donde se encuentra la mayoría de los trabajadores que cotizan y sacan un crédito. Esto significa que somos más atractivos que casi cualquier opción bancaria.

No aumentar la tasa de interés permitirá a más mexicanos decir ‘no importa que haya una tasa de referencia del banco central’ o que eso presione las tasas de interés del sector financiero: el Infonavit, como prestación laboral, no va a subir sus tasas y, entonces, tienes la oportunidad de comprar una vivienda.

¿Cómo se ha comportado la cartera vencida?

Desde un contexto en el que el 51% del portafolio del instituto son créditos en salarios mínimos. ¿Qué significa eso? Que los saldos que se muestran, como el índice de morosidad, en nivel saldos, está, yo diría, inflado porque está en términos reales. Durante años se ha indexado con la inflación y se le aplica una tasa de interés a esos saldos. Ese índice no refleja el comportamiento de las personas, sino que tiene un crecimiento aritmético simplemente por la inflación.

Solo el 13% de las personas que tienen un crédito con el Infonavit enfrenta en algún momento de su historia algún problema con el pago, sin embargo, el 86% tiene un pago regular. Sería una ficción compararlo con la banca privada porque atendemos a una población que tiene más vulnerabilidad que la que atiende la banca privada.

El Infonavit está emparejado a una política de cobranza social que permite, en lapsos promedio de dos años, regularizarse y contar con diversos programas.

¿En qué se ha traducido el aumento en el empleo formal?

Tenemos un incremento en la creación de empleo, tenemos un récord de generación de empleo este año, también tenemos un incremento en cuanto a la masa salarial, es decir, el salario con el que cotizan los trabajadores.

Hay un tema entre la oferta y la demanda en el que los trabajadores tienen el crédito autorizado, pero no hay nada qué comprar. Esto tiene que ver con un tema de oferta que se relaciona, por ejemplo, con el costo de los insumos.

Hemos visto que hay una demanda mayor, tenemos trabajadores que tienen preaprobados los créditos, que al haber mayor cotización y mayor densidad, significa que su cuenta de vivienda tiene más recursos para enganche. Entonces, tenemos que pensar en cómo se fomenta la oferta, dados los costos y las tasas de interés que enfrentan los productores.

¿Han avanzado en algo con los desarrolladores?

Desde lo que puede hacer desde el instituto, es coordinación con autoridades locales, federales y demás, para que los tiempos de espera de ejecución de un proyecto sean los menores posibles.

La colaboración con la banca de desarrollo o con desarrolladores grandes, que están integrados verticalmente y tiene su propia cadena productiva, han podido seguir desarrollando vivienda económica. La invitación es a que no se deje de producir, dado que la política del instituto, del lado de la demanda, no va a cambiar. La idea es que la industria siga y que siga produciendo.

¿Cómo recibió la industria la nueva política de vivienda?

Fue una política que se aprobó en mayo de 2021 y entró en vigor en mayo de 2022. Tuvieron un año de adaptación. Además, entienden la nueva lógica. Del lado de negocio, como productor de vivienda, si no hay condiciones de habitabilidad, cercanía, conectividad, transporte y movilidad, la plusvalía no va a subir. Hacer un desarrollo que tenga eso significa un desarrollo sano, donde se evita el abandono futuro.

Cada crédito que se otorga, evalúa que cada casa tenga, en un radio de 2.5 km a la redonda, una escuela primaria, secundaria; un centro de salud, de abasto, un parque; vías primarias de comunicación y acceso a transporte público. Esto es traducir la Política Nacional de Vivienda y los elementos de vivienda adecuada de la ONU a una política específica de crédito con el Infonavit. Esperamos que en el futuro eso signifique el estándar de desarrollo.

¿Cómo va el proyecto para aumentar la edad máxima para otorgar créditos?

Estamos revisando los parámetros como: monto o la edad máxima para sacar el crédito. Ya se están haciendo los análisis. Esperamos que antes de que termine el año podamos anunciarlo.

Fuente: Expansión