Desde que iniciamos nuestra vida laboral y conforme nos hacemos mayores, soñamos con una jubilación cómoda y descansar después de varios años de trabajo, sin embargo actualmente muchos millennials y centennials corren el riesgo de que su ahorro para el retiro sea insuficiente para vivir su retiro como ellos lo sueñan.
Se estima que las nuevas generaciones de pensionados reciban el equivalente a 26% del ingreso que tenían como trabajador activo, cifra baja tomando en cuenta que lo adecuado es que una persona reciba entre 60 o 70% de su último ingreso para tener calidad de vida; por lo que los mexicanos tendrían que destinar entre el 12 o 15% de su ingreso mensual al ahorro para el retiro, explicó Daniel Becker, presidente de Grupo Financiero Mifel.
En el mercado existen diferentes productos financieros enfocados en el ahorro para el retiro, la mayoría además de ayudarte a formar un patrimonio para tener una mejor calidad de vida durante la vejez, también cuentan con beneficios fiscales como el Plan Personal de Retiro (PPR).
Los PPR son contratos de administración de recursos, que se encuentran amparados bajo el Artículo 151, fracción V de la Ley del Impuesto sobre la Renta (ISR), la cual permite a las personas físicas y aquellos que tengan un régimen fiscal activo hacer deducible su ahorro para el retiro.
“Las personas que ahorran para su retiro tienen una ventaja fiscal, la ley indica que pueden hacer deducible su ahorro, hay un tope de deducción por año fiscal que es 10% del ingreso, sin rebasar cinco veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA ) que para el 2023 es de 189,222 pesos, en otras palabras una persona que ahorra para su retiro al año 100,000 pesos podría estar recibiendo una devolución fiscal de 30% de ese monto, es decir 30,000 pesos. El gobierno premia el ahorro para el retiro”, comentó Javier García Ríos, responsable de líneas financieras y fiscales en Mapfre México.
¡Échale ojo!
Actualmente diferentes instituciones financieras desde bancos, aseguradoras e incluso casas de bolsa cuentan con este producto. La creciente variedad de productos ha llevado a una gran oferta de opciones cada vez más personalizadas.
Al realizar la contratación de un PPR, se debe tomar en cuenta el tipo de producto, ya que existen opciones con modalidad de seguro y otros con perspectiva de ahorro e inversión, Mario Ramírez, responsable de previsión Social de Actinver recomendó que en cualquiera de los modelos los usuarios se informen sobre si su ahorro se encuentra condicionado, es decir si tiene que ahorrar cierto monto cada mes por un número de años para cumplir con el contrato, y si existen penalizaciones en caso de no cubrir el ahorro mensual, además de conocer si pueden acceder a su ahorro antes de cumplir el periodo pactado.
González recomendó revisar aspectos clave como el cobro de comisiones, además de identificar si la institución ofrece servicio de asesoría, ya que al tratarse de un producto a largo plazo es necesario conocer a dónde acudir para solicitar apoyo.
En el caso de los PPR de ahorro e inversión, existen instituciones como Actinver que permiten acceder a estrategias personalizadas, por otro lado también hay productos que cuentan con productos complementarios como seguros, tal es el caso de Mifel quien ofrece un seguro de vida que se añade al PPR, por lo que los usuarios pueden ahorrar y a la par tener una suma asegurada.
Se necesitan más esfuerzos
El mercado mexicano cuenta con potencial de crecimiento, explicó José María Romero Lora, director general de Mapfre México, sin embargo detalló que aún faltan esfuerzos para incentivar el ahorro principalmente en universidades, para que los jóvenes al ingresar al mercado laboral comiencen a realizar su planeación financiera.
Daniel Becker detalló que al fomentar la cultura de ahorro también se puede impulsar la formalidad. Esto debido a que muchos emprendedores que actualmente no forman parte del sistema tributario, pero ahorran para su retiro pueden animarse a formalizar sus negocios para obtener el beneficio fiscal de los productos de ahorro para el retiro.
Fuente: El Economista