El 80% de las personas en la región no se siente comprometida con su trabajo

Ocho de cada 10 trabajadores y trabajadoras en nuestro país y nuestra región latinoamericana no disfrutan lo que hacen para generar ingresos, según el informe El estado del lugar de trabajo global 2022. La falta de compromiso que sienten, o mejor dicho, que no sienten con la empresa es atribuible a factores económicos, personales y sociales, pero el 70% se debe a la persona que lidera el equipo.

El reporte, elaborado por especialistas de la consultoría Gallup, muestra también que América Latina y el Caribe tiene niveles superiores de agotamiento laboral (burnout), estrés y tristeza respecto al resto del mundo. Y son las mujeres latinas quienes experimentan mucho más estos sentimientos abrumadores.

Si casi el 80% de las personas en la región no siente una fuerte conexión emocional y compromiso con su empleo “es atribuible al líder. No a las políticas de la empresa o a la tecnología, es a quien administra los equipos”, apuntó Hugo Ledesma, gerente regional en Latinoamérica de Gallup.

La gente prefiere “una persona que las desarrolle, a una que les dé instrucciones”, explicó en la presentación del reporte vía remota. Esto invita a una reflexión para ambas partes, líderes y trabajadores y trabajadoras, agregó.

Quienes tienen un puesto de liderazgo podrían plantearse este par de preguntas: “¿Cómo son las conversaciones que tienen con las personas que les reportan?, ¿esos diálogos son para dar instrucciones o para desarrollar al equipo y que tenga éxito?”.

Por su parte, las personas trabajadoras podrían cuestionarse: “¿Qué me gusta hacer?, ¿Cómo lo puedo incluir en mi trabajo?, ¿Cómo puedo platicar con la persona a quien le reporto para integrar lo que me gusta y que sea parte de mi función?”, sugirió.

El compromiso con el centro de trabajo es fundamental “para formar una cultura en la que los colaboradores se desarrollen, el desempeño sea sostenible y el crecimiento sea orgánico, independientemente de si hay o no pandemia u otra disrupción”, resaltó.

Bienestar de carrera, el elemento clave

En promedio, una persona que comenzó a trabajar a los 22 años y se jubilará a los 65 trabajará más de 81,000 horas de su vida, “y es una cifra conservadora”, explicó Hugo Ledesma.

El trabajo influye en nuestro bienestar y felicidad, y viceversa. Por eso, la investigación mide el bienestar a través de cinco pilares: carrera, sociedad, finanzas, físico y comunidad.

La esfera de carrera indaga si a las personas les gusta a lo que se dedican y “es el parteaguas”. Para lograr “niveles más altos de bienestar”, lo mejor es comenzar a trabajar con este pilar”. Para ello, habrá que identificar “las áreas de oportunidad”.

El nivel de agotamiento laboral es cada vez más elevado. Los datos disponibles para Estados Unidos señalan que el 28% de las personas lo experimentan siempre o muy a menudo. Disminuir ese porcentaje es la primera área de oportunidad. 

Para mitigarlo, dijo Hugo Ledesma, hay que revisar la forma en la que “se gerencia a los equipos”. Es decir, si la comunicación es clara, de tal manera que las personas no tienen dudas sobre lo que tienen que realizar.

Otra acción necesaria es revisar la carga de trabajo, que las expectativas sena factibles para lograr las metas. “Es sumamente importante el papel de la líder o el líder para ayudar al equipo a priorizar y establecer tiempos realistas”.

El punto central en el bienestar de carrera es hacer lo que nos gusta hacer. Pero “si no logro conectar con la persona que me administra y ella no puede ver mis preferencias, mis fortalezas, mis contribuciones y no me da el reconocimiento que me merezco, entonces no se podrá abordar adecuadamente”, advirtió.

Entre el estrés y las nuevas modalidades de empleo

La pandemia incrementó el teletrabajo y, con ello, amplió el reto para lograr conexión y sentido de pertenencia. Conseguir eso mientras la misma situación de la covid-19 nos ha zambullido en estados de ánimo bajos le pone un nivel mayor de complejidad.

Según el informe de Gallup, las trabajadoras y los trabajadores en Latinoamérica sienten más preocupación que quienes laboran en otras partes del mundo. A nivel global, 40% reconoce sentir preocupación, en la región es el 53 por ciento.

En estrés “es el top 3 mundial”. La mitad de la población trabajadora en América Latina está estresada (53%), para el resto del mundo el reporte es de 44 por ciento. Pero cuando observamos a las mujeres con trabajo remunerado, el nivel escala hasta el 60% de ellas sintiendo estrés. Para los hombres el porcentaje es más bajo que el promedio regional y mundial: 43 por ciento.

Otro desafío en esta nueva normalidad lo plantea el modelo híbrido de trabajo. Cuando se le pregunta al personal de qué manera se deben fijar los horarios, no hay consenso, dice Hugo Ledesma. El 40% quiere decidir qué días acude a laborar de forma presencial, el mismo porcentaje prefiere que la empresa lo dicte y el 20% cree que es mejor que las y los líderes los señalen.

“El reto será entender cuál es el mejor esquema que mejor se acopla con las necesidades de la organización y las persona. Tenemos que buscar una congruencia”, concluye.

Fuente: El Economista Capital Humano